Entrevista a Núria Ramírez
La periodista desvela los desafíos de realizar una transmisión en vivo, así como el aprendizaje que tuvo que hacer el periodismo televisivo para convivir con el fenómeno de las redes sociales. Núria Ramírez quiere anunciar al mundo el fin de la pandemia.
"Por primera vez, ni idiomas, ni banderas, ni fronteras, ni clases sociales nos separan… Todos estamos igual de afectados"
¿Cuáles son los principales obstáculos para trabajar como periodista desde el inicio de la pandemia?
Reconozco que, sobre todo al principio, fue complicado adaptarse a la nueva manera de trabajar. Durante el confinamiento salíamos para desarrollar nuestro trabajo, e impresionaba ver las calles casi desiertas. No podíamos desplazarnos para hacer entrevistas para nutrir las noticias, así que las teníamos que hacer a través de Skype o Zoom. ¡Los ordenadores de la redacción donde podemos gravar entrevistas echaban humo! Además en esa época hicimos informativos más largos… Trabajamos muchísimo, fue agotador y a menudo con menos personal efectivo porque no podíamos estar todos en la redacción para evitar contagios. Nos dividieron en tres grupos: unos acudían físicamente a la redacción de la televisión, otros a la de la radio y el tercer grupo se desplazaba a cubrir noticias directamente desde su casa, sin pasar por la redacción. De esta manera evitábamos contagiarnos todos si había un caso de COVID-19, y asegurábamos unos “servicios mínimos” para poder seguir emitiendo los informativos. El teletrabajo se tuvo que instaurar de golpe y a menudo fallaba el sistema y algún periodista que estaba presencialmente en la redacción tenía que asumir la noticia que estaba elaborando otro periodista desde su casa para que se pudiera emitir en el Informativo. No fue una etapa fácil… A eso hay que añadirle el miedo al contagio… Salíamos más a la calle y estábamos más expuesto a ese riesgo, y nuestras familias también.
¿Le gustaría ser el primer periodista en informar del fin de la pandemia en el mundo?
No creo que me equivoque si digo que todos los periodistas soñamos con dar esa noticia. La pandemia ha sido una sacudida importante para la sociedad mundial. Por primera vez, ni idiomas, ni banderas, ni fronteras, ni clases sociales nos separan… Todos estamos igual de afectados. Poder anunciar el fin de la pandemia es un deseo. Esperamos poder cumplirlo algún día… Lo de dar la noticia el primero creo que es lo de menos. El caso es poder darla.
¿Cuáles son los desafíos de realizar una transmisión en vivo?
Es un reto diario y justo por eso me apasiona. En los directos desde el lugar de los hechos tienes que prepararte el contenido de lo que quieres explicar y para mí el mayor reto es contarlo fácil, simple, para que cualquier espectador pueda entenderlo, aunque no sea especialista del tema… Además, hay que conseguir hacerlo en poco tiempo, porque las conexiones en informativos duran entre 30 y 40 segundos. Nuestra capacidad de síntesis tiene que ser muy grande. La concentración también es importante. A menudo transmites en vivo en medio de un acto con mucho ruido o en una manifestación donde se oyen gritos, incluso donde te increpan… y hay que seguir adelante con la conexión en directo sin perder el hilo. A menudo ocurren imprevistos… Es importante tener capacidad de reacción y saber improvisar.
¿Hay alguna diferencia entre trabajar en el estudio o en el suelo, incluso cuando vivo?
Sí, hay bastantes diferencias… Como te comentaba, en la calle hay más imprevistos y tu principal arma es tu memoria y concentración. En el estudio, los presentadores tenemos esa gran ayuda que es el “teleprompter”. En la cámara van apareciendo los textos escritos, que hemos preparado durante la mañana y los vamos leyendo. Pero como la tecnología también falla, también hay que saber improvisar y reaccionar ante los imprevistos. A veces el “telepromter” se apaga y hay que seguir adelante y saber improvisar… También pasa a veces que una conexión en directo no está preparada por algún problema técnico… o alguna noticia no está aún lista para emitirse. Por eso creo que es importante que un presentador antes tiene que haber pisado calle… Así estás mejor preparado para los imprevistos que ocurren en el estudio. Además, cuando trabajas en la calle solo te ocupas de tu tema. La mayoría de periodistas están especializados. Antes de presentar me encargaba de temas económicos, sobretodo de consumo, industria, tecnología y otros sectores relacionados con la economía. Cuando presentas un informativo tienes que saber un poco de todo: política, sociedad, economía, cultura, deportes… Tienes que tener un conocimiento más amplio de todas las secciones.
¿Cuál es la función principal del periodista?
Siempre he creído que a los que ejercemos el periodismo nos gusta explicar historias. Contar, relatar con nuestras palabras. En mi caso (trabajo en los informativos diarios) si además puedes contar lo que está pasando en ese momento, o lo que acaba de ocurrir, creo que es la combinación ideal, porque aún hace el día a día más apasionante.
¿Cuáles son los desafíos del periodismo?
Creo que tenemos grandes retos en la profesión… por ejemplo cómo abordar nuestra relación con los nuevos formatos o las redes sociales.
¿En qué medida la televisión está perdiendo importancia frente a las redes sociales?
En televisión, tenemos que conseguir captar la atención de los jóvenes. Según un estudio, durante el confinamiento los jóvenes de entre 13 y 24 años ven la televisión un 60% más que antes. Sus niveles de consumo de televisión son, por norma general, muy bajos. Tenemos que captar a esos jóvenes, para que cuando crezcan consuman televisión…De todas formas, cada vez somos más polivalentes. En Radio Televisión Española realizamos varios programas simultáneamente por la tv y por la radio, por ejemplo. Nuestras redes sociales de tienen miles de visualizaciones y ya hacemos contenido exclusivo para nuestra web o Instagram. Hay que estar presentes en todos los focos posibles.
¿Cómo imaginas que sería hacer una noticia solo para el público que lo acompaña en las redes sociales?
Creo que tiene que cambiar el lenguaje (en redes los videos con imágenes y rótulos con información sobre la noticia funcionan muy bien), la duración o el formato (por ejemplo, los videos de IG se gravan en vertical), pero tengo claro que nunca podemos renunciar al rigor.
¿Qué noticia te hubiera gustado no tener que dar?
La peor noticia que retransmití fue en enero de 2009, cuando un temporal arrancó el techo de un túnel de bateo de un pueblo cercano a Barcelona. Murieron cuatro niños. Aún se me pone la piel de gallina al recordarlo mientras escribo estas líneas. Ese suceso me impresionó muchísimo.
¿Es la televisión el medio de comunicación más capaz de influir en el público?
Es cierto que muchas personas aún creen que la televisión aún tiene ese “glamour” de antaño. Algunas generaciones aún se informan básicamente a través de la televisión. Pero incluso mis padres, a sus setenta y pico, tienen cuentas en redes sociales y se informan a través de ellas. Además las cookies y los algoritmos de Facebook, etc, ya pre-seleccionan las noticias que consideran que te puede interesar. Eso es un problema, porque muchas personas solo se informan a través de los medios afines a su pensamiento y no llegan a conocer “la otra versión” u otros elementos de la noticia. El mejor ejercicio para conseguir estar bien informado y tener criterio propio es consumir medios de diferentes ideologías.